Los malteses adoran comer y beber. Podrás encontrar restaurantes, bares cafetería, pastizzerias, panaderías y bares donde sirven pequeños bocados y un número cada vez mayor de camiones de comida callejera de buena calidad literalmente en cada esquina. La pizza y la pasta son los platos más habituales debido a la influencia italiana, pero podrás encontrar pescados, carnes y ensaladas de buena calidad si sabes dónde buscar. Por norma general, una concurrida clientela de lugareños, significa abundantes raciones de buena comida y buenos precios.
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Los precios de las bebidas resultan muy accesibles en Malta y la cerveza lager local Cisk es por mucho la bebida más popular del verano. A tono con la cultura mediterránea, los bares y los clubes abren tarde por la noche y las 4 a. m. es la hora de cierre habitual en lugares como St. Julian’s y Paceville.
A continuación incluimos una pequeña guía de los lugares dónde comer y beber, así como de los mejores establecimientos para pasar una buena velada.
La Valeta
La Valeta, capital maltesa, fue durante mucho tiempo el principal escenario del devenir histórico de la isla, con numerosos cines, teatros y bares conocidos que atraían tanto a malteses como a los marinos de la Armada británica que allí atracaba.
Tras varios años de abandono, La Valeta está viviendo un nuevo resurgir y ahora ofrece una excelente selección de establecimientos de restauración y lugares de ocio que reúnen a una multitud creciente.
Strait Street es quizás el centro de este resurgimiento. Se han restaurado numerosos bares del periodo de posguerra para rememorar los tiempos en que los marinos británicos y las chicas de alterne llenaban la calle. Tico y Loop Bar son dos bares muy conocidos que también sirven comida y organizan habitualmente conciertos, mientras que Streat, un poco más arriba de la calle, es un bar de copas donde se puede disfrutar de una excelente comida a un precio medio.
Para disfrutar del verdadero sabor de Malta y si te gustan las tapas, el pequeño y acogedor Legligin (nombre con el que designa cariñosamente a los bebedores en Malta) en St Lucy Street ofrece un menú de bar a precio fijo (23,95 €) que incluye una lista aparentemente interminable de platos mediterráneos. L-Ingliż en St John Street es un diminuto bar con mucha personalidad (lo que se debe principalmente a Albert, su propietario) que ofrece bebidas y una comida tradicional excelente en un entorno genuinamente típico de La Valeta a precios razonables. También tiene Wi-Fi gratuito y puedes usar su impresora por un precio módico.
Durante el verano, suelen celebrarse conciertos en algunas de la calles de La Valeta, pero Django, al final de la calle Republic Street, es probablemente uno de los mejores locales de la isla para disfrutar de música en directo. Desde jazz hasta rock indie pasando por swing, la selección es sumamente variada y el ambiente, muy animado. La entrada a los conciertos cuesta de 2 € a 5 €. Si el baile te ha abierto el apetito, Ġugar, al otro lado de la calle, prepara una variada selección (a precios muy razonables) de ftiras vegetarianas, burritos, ensaladas y batidos de frutas que mantendrán tus motores en marcha con un combustible saludable. Durante los viernes del verano a partir de las 20:30 Bridge Bar, justo al lado de Puerta Victoria, organiza sesiones de jazz de gran calidad bajo las estrellas. Siéntate en los escalones de fuera y disfruta gratis de buena música.
Si deambulas por La Valeta durante el día, Reno en Zachary Street ofrece una excelente selección de platos a precios muy razonables, por lo que es muy popular entre los trabajadores de La Valeta, mientras que Piadina en St Lucy Street, a tan solo unos pasos de Merchant’s Street, prepara los bocadillos y las ensaladas más ricos que hayas probado jamás.
Gżira, Sliema, St. Julian’s y Paceville
Estas ciudades vecinas conforman lo que es, sin lugar a dudas, el centro de entretenimiento más concurrido de Malta. Noche o día, la zona está siempre a rebosar de malteses y extranjeros tomando café o helados, comiendo al sol o bebiendo y bailando hasta el amanecer (en Paceville).
Quizás Gżira sea las más tranquila de las tres y cuenta con muy buenos restaurantes que merece la pena visitar. Grassy Hopper en St George’s Street (abre hasta las 16:30 los días entre semana y la noche de los viernes y los sábados) es un pequeño café vegetariano con un gran corazón. Encontrarás un sencillo menú de tentempiés y comidas (prueba la hamburguesa de garbanzos picante), zumos frescos, batidos de frutas, postres sanos, precios bajos, abundantes raciones y un ambiente que te hará sentirte bien.
Propiedad de una pareja de neozelandeses, Mint en Stella Maris Street, Sliema (abre de 08:00 a 16:00) será probablemente el merecedor del premio por la comida de cafetería más exquisita de la isla. Encontrarás un apetitoso surtido de desayunos, pasteles, tentempiés, tartas, postres y batidos de frutas que te harán volver a por más una y otra vez.
Si todavía te apetecen más dulces, Dolci Peccati, en el n.º 268, hace honor a su nombre (dulces pecados) y elabora unos pasteles y helados italianos a los que es imposible resistirse. Piccolo Padre, justo al otro lado de la carretera y un par de metros más abajo, es una pizzería de larga tradición donde podrás comer mirando al mar.
En St. Julian’s, prueba Bianco’s en St George’s Street si te apetecen unas excelentes pizzas, platos de pasta o ensaladas, o Gochi, un poco más arriba en la misma carretera, si prefieres degustar un sushi recién hecho a muy buen precio. Puedes llevártelo a casa o comértelo en su restaurante de estilo japonés. Juuls es un bar de reggae con muy buenas vibraciones. Es famoso por sus mojitos de fresa y ahora también sirven batidos de frutas y una deliciosa comida vegetariana.
Comida barata
Las pastizzerias son quizás los restaurantes más económicos de las islas maltesas. Ubicados en prácticamente cada esquina y con nombres como Sphinx o Maxims (o alguna variante que incluye Mc Sims y Mc Sean), estos locales de comida para llevar venden los famosos pastizzi malteses y qassatat (pastelitos rellenos de espinacas o ricotta), porciones de pizza y rollitos de salchicha, entre otros. Aunque no sea la opción más sana, te permitirá tomar algo caliente de buena calidad por tan solo un euro o dos.
Las ftiras son otra opción sumamente económica y las encontrarás en casi todos los bares cafetería de Malta. Se elaboran con pan maltés reciente, aceite de oliva, pasta de tomate, ensalada y aceitunas, y por un par de euros podrás disfrutar de una comida copiosa.
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